sábado, 19 de mayo de 2012

Nueva asignatura: Educación neoliberal y Católica


Rectifico: este señor es imwertcil. Además tiene pinta de monaguillo vicioso por lo que no tiene ningún problema en hacer de correveydile de la Conferencia Episcopal. Y pretende meternos por la parte de atrás otra asignatura de doctrina católica disfrazada con el nombre de Educación Cívica y Constitucional. Por fin hemos conocido el borrador que va a cambiar la actual materia de Ciudadanía, y resulta vomitivo. Y otro motivo más para ir a la huelga el día 22. La derecha siempre considera doctrina las opiniones de los demás, y está dispuesta como remedio a hacernos tragar la suya propia. Pero se trata de la realidad. Y por más que el señor Wert le dé la espalda no desaparecerá. Y aunque pretendan borrarla de un libro de texto siempre seguirá fuera, en la calle, en el mundo. Y debemos preparar a nuestros alumnos para enfrentarse al mundo real, y darles armas para analizarlo, criticarlo y mejorarlo. Pero el señor Wert quiere que los niños salgan de la Escuela adormecidos, ignorantes, sumisos, y con unas gafas rositas para no ver los problemas que los aguardan en la vida real. Porque en la calle sigue habiendo racismo, xenofobia, homofobia y sexismo. Y en la calle sigue habiendo homosexuales y matrimonios de todas clases, incluso “familias en el marco de la Constitución Española” rotas, divorciadas, en cuyo seno existe la violencia hacia la mujer y los hijos…¿esto también hay que ocultarlo?

El futuro decreto elimina también las referencias a las desigualdades económicas y sociales, y se supone que ya no tenemos que fomentar actitudes críticas y de compromiso frente a ellas. Tampoco podemos decir ya que “la falta de acceso a la educación es una de las fuentes de la pobreza”. Y que lo diga un señor Ministro de Educación tiene su miga, porque confirma la importancia que le atribuye a la educación y los objetivos que persigue.

En este mundo color de rosa, sin problemas, sin ricos ni pobres, vuelve a introducirse la ideología neoliberal como ya lo hizo en la Constitución, como si eso no fuera adoctrinamiento. La asignatura incluirá un nuevo epígrafe sobre la dimensión económica del ser humano en donde se alude al “papel de la iniciativa económica privada en la generación de riqueza y el fomento del espíritu emprendedor”. Adam Smith en estado puro.

El señor Wert quiere que convenzamos a los niños de que la realidad no existe, de que vivimos en una Disneylandia en permanente felicidad. En mis clases intentaré, como siempre, contribuir en lo que pueda a hacer ciudadanos conscientes y críticos con la realidad que se encontrarán cuando los echemos al mundo para que contribuyan también a mejorarlo. No estoy dispuesto a contribuir en su adormecimiento ni en su conformismo. Conmigo que no cuente el señor Wert para fabricar zombibambis a escala nacional.  

3 comentarios:

  1. No he visto el borrador, pero a juzgar por el grado de indignación que destila tu entrada, me lo puedo imaginar. No es habitual verte tan fuera de tus casillas. De todas maneras, este mal bicho, que sigue sin saber que no se puede hablar de ministro como si siguiera siendo tertuliano de Intereconomía, ya lo dijo tiempo ha en un programa, de radio, creo, donde se escandalizaba porque un manual de Ciudadanía que luego no se publicó criticaba las perversiones del capitalismo. Y es que hay cosas que no se pueden decir en este país... Santos se extrañaba a principio de curso: "¿Hay que reivindicar lo evidente?". Pues va a ser que sí...

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  2. Parte de esa indignación procede de las contradicciones del funcionario. En este caso, ejerceremos de hecho la objeción de conciencia, negándonos a formar parte de un sistema que quiere utilizar a la Educación como una suerte de anestesia colectiva para arrancar la capacidad crítica a las futuras generaciones. La Educación, ya sabes Elena, tiene que mejorar la sociedad. Casi hubiera preferido que hubieran eliminado la Educación para la Ciudadanía después de haberla criticado tanto. Pero ahora la necesitan, justo ahora que el neoliberalismo vuelve a embargar la vida de los europeos necesitan que les hagamos el trabajo sucio, que es convencer a esas generaciones que tienen que pagar sus platos rotos de que la esclavitud es buena,que es por su bien,y que era lo único que se podía hacer.

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  3. Tienes razón... Yo tengo claro que no formaré parte del "adoctrinamiento de los mercados", en lo que esta gentuza quiere convertir la educación. El otro día dije en la sala de profes que me sentía en deuda con el sistema que permitió que un hijo (hija, en mi caso) de agricultores del sur de España (la tierra de las tres cosechas: hambre, legañas y esparto) haya podido llegar a la universidad. Una compañera me criticó diciendo que eso no había sido logro de los socialistas, que ella estudió en la época de Franco... "No, si ya se nota", pensé... Ahora está en peligro ese sistema que la democracia puso en marcha, por mucho que diga esta compañera.
    Además, pienso que la educación pública de un sistema democrático está para abrir los ojos del entendimiento a todos los alumnos, no para convertirlos, como tú dices, en marionetas al servicio de los mercados. Sobre todo está para hacerles ser críticos y lúcidos en el momento en que los mercados han dado un golpe de estado encubierto, de la mano de un gobierno títere. Yo tampoco formaré parte de esa manipulación. Recuerdo un claustro..., aún con el Psoe en CLM, ¿recuerdas el documento de debate para una ley de educación el CLM? En él ya se hablaba de "poner la educación al servicio de las políticas de empleo". Me produjo escalofríos y hubo quien me criticó por criticarlo. Sí hay que estar muy alerta porque en seguida nos arrastra la corriente (¡uy! me viene a la mente una escena de "El club de los poetas muertos", en el patio...).
    Pero en este punto, para acabar, creo que nuestra labor en esta guerra es la de zapa, y sigo creyendo que se rompe mejor el sistema desde dentro que desde fuera. El problema es que hay muy pocos dentro que vean. ya te contaré cuántos haremos huelga mañana. Verás como no llegamos ni a diez... ¡¡Saludos!!
    ¡¡Ah!! Y dejo para otro rato lo tu última frase, la de que "la esclavitud es buena, que es por su bien, y que es lo único que se puede hacer"... Merece desgranarla detenidamente. ¡¡¡Chao!!!

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