Parece que Bankia tiene al gobierno
cogido por los cocos, porque, después
de haber saboreado los primeros 4.500 millones de euros, como cualquier buen
extorsionista, ha cogido la palabra al ministro ese del Guindo que había
afirmado hace poco que para salvar a la banca cogería de las arcas públicas
todo el dinero que hiciese falta; así que los nuevos bankieros le exigen ahora
otros 19.000 millones más. ¡Pero calma!, nos dice ese del Guindo, ¡es sólo un
préstamo! La operación generará beneficio cuando Bankia vuelva a ser
privatizada. Pero de momento no sueltan los cocos, y duele, porque de cumplirse
la operación se tragará de un solo bocado el futuro de la sociedad española por
mucho tiempo.
La jerga económica vuelve a ocultar
la realidad, y, lo que es más grave, el chantaje de los bancos, utilizando los
depósitos de los ahorradores como rehenes amenazando con un desastre mayor si
ahora no se les da el dinero que piden, está desviando la atención sobre lo que
no se está haciendo, ni se piensa hacer mientras estemos gobernados por cajeros
de ventanilla cómplices y recién caídos del Guindo (de Lehman Brothers) que
obedecen sin rechistar a sus amos.
Vayamos
primero con la jerga económica.
El Decreto de Reforma financiera aprobado hace poco establecía la posibilidad a
los bancos con problemas de acudir al Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria
y tomar en préstamo dinero público a través de dos instrumentos financieros. El
primero son las Participaciones Preferentes,
bonos de deuda a plazo perpetuo. Los bancos que reciben dinero por esta vía no
tienen obligación de devolver el dinero prestado y sólo paga intereses si
obtiene beneficios. El segundo instrumento son los Bonos Convertibles Contingentes (cocos). Son también títulos de
deuda pública que hay que devolver en un plazo de cinco años al 10 % de
intereses. Pero si el banco no puede devolver el dinero en el plazo y en las
cantidades estipuladas los bonos se convierten en acciones, en títulos de
propiedad de la entidad financiera. Es lo que pasó con Bankia, que ni siquiera
esperó a que concluyera el plazo. Y ahora resulta que el Estado es
copropietario de un banco que sigue siendo privado, pero que ya no tiene que
devolver las cantidades prestadas por el FROB. Era de temer, como así ha
ocurrido, que con el cordón umbilical ya conectado a las arcas públicas, el
Estado, como accionista mayoritario de los bancos así intervenidos, no tuviera
más remedio que seguir inyectando dinero para sanearlos, tapando
agujeros hasta que recuperen su valor en bolsa. Es entonces cuando se nos dice
que el Estado venderá las acciones que posee de estos bancos y recuperará así
el dinero invertido (o el que se había prestado al inicio de la operación con
cualquiera de los dos instrumentos anteriores). Lo ha dicho muy clarito el
nuevo bankiero al referirse al dinero que ahora piden: “Es capital y no hay que hablar de devolver nada,
sino de crear valor para los accionistas. No son ayudas, ni
aportaciones a fondo perdido, y será responsabilidad de los gestores [privados supongo] crearles valor”. ¡Chúpate esa!
En fin, es posible que ahora salga
más barato al Estado salir a rescatar una entidad como Bankia que dejarla caer.
Pues el Fondo de Garantía de Depósitos no podría cubrir las cuentas de los
millones de ahorradores y depositantes de Bankia y de otras entidades, y
tendría que asumirlo de todas maneras el Estado con dinero público. Tendremos
que tragarnos ese sapo.
Pero…,
ahora viene el cabreo del ciudadano.
¿Cuándo coño tendremos un Decreto Ley
para controlar el sistema financiero
y no sólo para salvarlo? ¿Para
sentar en el banquillo a los responsables que nos han llevado a todos a la
ruina, para limitar los sueldos astronómicos de sus directivos, para obligarles
a aceptar la dación de la vivienda en pago por la hipoteca, para prohibir las
comisiones abusivas, para prohibir las operaciones especulativas y para
hacerles pagar un impuesto por las transacciones bancarias, para obligarles a
prestar el dinero que aún retienen, para…?
¿Cuándo
coño tendremos un plan de rescate de los Servicios Sociales para tiempos de
crisis similar a los que tenemos para el sector financiero? ¿Por qué coño no hay un puto euro para
salvar la Educación o la Sanidad, y sí todos los que haga falta para salvar a
los bancos?
Ya sé que esto se ha preguntado
muchas veces, pero, ¿hemos obtenido alguna respuesta?
Desde luego el Sistema Capitalista
es perfecto para sus cada vez más escasos beneficiarios porque, hasta cuando
pierden, ganan.
Burla insoportable. Burla insultante. Burla inconmensurable. Burla, burla, burla. La democracia está muerta. Si no somos capaces de regenerarla pronto, el enquistamiento será tan duro que costará reblandecerlo para sanearlo y volver a la normalidad democrática.
ResponderEliminarEn Bankia está medio PP de sus cargos medios y altos como accionistas. Han quebrado el Banco a sabiendas, porque el muerto ya no tenía ni una gota de sangre más que chuparle. Ahora, todos huyen con la pasta, ¿qué digo?, no les hace falta huir, les protege su mismo grupo de amigos en el gobierno. Todo es un engaño monumental, gigantesco. So pretexto de la crisis, se quieren despachar agusto con lo que siempre han soñado: una sociedad de serviles trabajadores anestesiados por el miedo, y una mini casta de señoritos a los que se les deba la vida y a los que estar agradecido por su voraz humildad. Delives lo representó como nadie ya hace años. Involucionamos. El roto lo decía también: "retrocedemos del mono". Un abrazo Juan
Sí que es una burla, porque desde que recibió Bankia la primera ayuda tenían un plan prefijado que se ha revelado ahora. Caso típico de timo. Una vez que has empezado a soltar dinero, ya no puedes dejar de hacerlo a petición del timador que aún te promete maravillas, porque dejar de hacerlo es reconocer que te han timado. Y la democracia está dentro del timo. ¿Por qué nadie quiere que hable el gobernador del Banco de España?
ResponderEliminar