martes, 5 de junio de 2012

Déficit de lo Público


Sí, otra vez, a vueltas con el déficit. Quiero contestar desde aquí a algunas objeciones que se han hecho a la entrada anterior (Déficit 0. Cero Estado) en otros foros. Como decía Rousseau, “no conozco el arte de ser claro para los que no prestan atención”, pero voy a intentarlo de nuevo. Empecemos por lo que debería ser obvio para todo el mundo: la economía no es una ciencia exacta. Tenemos ejemplos muy cercanos y dolorosos que muestran cómo a menudo yerra en sus cálculos, en sus previsiones y en sus recetas. Otra afirmación obvia: la economía, como todas las ciencias humanas, no está exenta de sesgo ideológico. Pero se nos presenta como una ciencia hermética, repleta de arcanos y dogmas matemáticos supuestamente objetivos sólo al alcance de unos pocos entendidos. Los demás, nos dicen, tenemos que callarnos y aceptar sus sentencias como si fuesen oráculos sagrados.

Pero la economía está siempre al servicio de unos principios, de unas ideas. Y se puede hacer una política económica de izquierdas, como se puede hacer de derechas. La economía de izquierdas es la que cree en lo Público, y es la única que puede garantizar la igualdad de oportunidades y corregir las desigualdades sociales o, por lo menos, articular mecanismos de protección para los más desfavorecidos. Y es la única que garantiza los derechos de los ciudadanos con servicios públicos. Mi derecho a la salud debe estar cubierto por los servicios sanitarios. Sin servicios públicos no hay derechos que valgan y podríamos tirar nuestra Constitución a la basura. La economía de derechas es individualista, sólo cree en la iniciativa privada y en el negocio. Y para ella todo es negociable. Y que nadie se asuste ni se escandalice. El liberalismo económico ya nació derechón. Sólo ha vuelto a sus orígenes. Adam Smith, el padre de la criatura, escribió en 1776 lo siguiente: “Cada individuo en particular pone todo su cuidado en poner el medio más oportuno de emplear el capital de que puede disponer. Lo que se propone es su propio interés, no el de la sociedad en común […] sólo piensa en su propia ganancia, pero en este y en otros muchos casos es conducido como por una mano invisible a promover un fin que nunca tuvo parte en su intención”. ¿No es esto mismo lo que se va a introducir en los textos escolares de la nueva Educación Cívica, valorar “el papel de la iniciativa económica privada en la generación de riqueza y el fomento del espíritu emprendedor”? Parece evidente que ahora la economía, en manos de la derecha, está virando hacia sus orígenes y está restringiendo drásticamente el papel del Estado, como también defendía el susodicho Smith, dejándolo todo a esa mano invisible, que es como dejar que los negociantes campen a sus anchas, sin ningún tipo de restricción. En este capitalismo sobrevive el más rico, el más fuerte, el más listo, el más emprendedor; el resto, que se joda. Puro darwinismo social. Por eso, la economía de la Derecha que no cree en lo Público, sólo ve abusos en los ciudadanos de a pie que pretenden ejercer sus derechos. Abusa el enfermo de la sanidad, el parado de las ayudas, el trabajador de la paciencia del empresario por ponerse enfermo, el dependiente de sus necesidades y hasta el niño que saca malas notas abusa del sistema educativo. Tanto abuso le sale al Estado muy caro…

El sacrosanto dogma del déficit 0, como objetivo de un Estado, es también, y perdónenme, economía de Derechas. Y se está utilizando la crisis como coartada para reducir el sector público atribuyéndole la responsabilidad de la misma. Y la mayoría de la gente, por ignorancia, ha creído a estos gurús de la economía y han vinculado crisis con gasto público, convirtiendo a los funcionarios en los nuevos parias de la sociedad, en el nuevo chivo expiatorio contra los que hay que dirigir todos los dardos de la frustración y la envidia. Pero el déficit actual no es la causa de la crisis, sino la consecuencia. Y no hace falta oírselo decir a Krugman o a otros economistas, basta con tener algo de memoria, algo también de criterio propio, y echar un vistazo a los datos. A la altura de 2007 España y otros países de la U.E. tenían  superávit o déficits muy bajos, cercanos al 1% salvo Francia, que cerró con un saldo negativo de 2,7%. Pero a partir de 2008 los déficits en toda Europa se disparan. Los Estados acudieron a salvar a sus sistemas financieros y a intentar paliar los efectos sobre la economía real, que en España se vieron agravados con el pinchazo de la dichosa burbuja inmobiliaria, con fallidos planes de inversión pública. ¿Ya se nos ha olvidado el Plan E? De esta manera España pasó de tener un superávit de 1,9 en 2007 a tener un déficit del 4,5% en 2008 y de un 11,2 % en 2009. En este mismo año Francia alcanza el 7,5%, Bélgica el 5,8% e Islandia el 10%. A partir del 2009 los déficits empiezan a bajar…pero…¿cómo? ¿Acaso han devuelto los bancos rescatados el dinero a los Estados? ¿Han recuperado los Estados este dinero de alguna manera? No. Salvo Islandia, que decidió hacerse cargo únicamente de los depósitos de las cuentas corrientes, y no de las deudas financieras de sus bancos, el resto de países está recortando el déficit metiendo la tijera en el Sector Público, recortando servicios sociales al mismo tiempo que siguen asumiendo las deudas de los bancos y tapando sus agujeros.

Y estos son datos. Ahora vayamos a los principios. ¿Qué significa un déficit 0 en un Estado? Cuando un país cierra sus cuentas anuales con superávit o con un déficit 0 como si fuera un encefalograma plano, eso sólo puede significar, o, mejor, debería significar que ha conseguido cubrir y satisfacer las necesidades de su población con un Estado del Bienestar tan completo y acabado que ya no es necesario invertir nada más. También hay que deducir que se recaudan muchos impuestos y que éstos ya se han gastado donde se debía. ¿Qué otra cosa, si no, debe significar un déficit 0, crónico, estable, en un país? España camina hacia el déficit 0. ¿Ya tenemos ese Estado del Bienestar? ¿Ya no hay nada que mejorar? Debe ser que no me he enterado, y ya no hay listas de espera en los hospitales públicos, ni quirófanos cerrados, que hay camas para todos los enfermos, que la Ley de Dependencia se aplica con normalidad en toda España y no hay ningún dependiente del grado que sea sin su ayuda; y que ningún niño está con los abuelos en contra de su voluntad (de los abuelos, digo) porque tiene plaza en una Escuela Infantil Pública. Además he debido entender mal las últimas noticias, porque, teniendo un Estado del Bienestar tan completo y acabado, seguro que podemos ofrecer cobertura sanitaria a todos los que vienen a este país, ya sea para tomar el sol o para trabajar y consumir.

A principios de este mes nos decía el ministro Montoro que las Comunidades Autónomas habían  conseguido el déficit 0 en el primer trimestre del año gracias a las transferencias del Estado. Esas cuentas se iban a mandar a Bruselas, para mandar un claro mensaje a los que de verdad nos gobiernan: “Las reformas comienzan a tener  resultado” (El País, 2 de junio). Con esos anticipos ocho comunidades tienen superávit, y el resto tiene déficits muy bajos, o, directamente, 0. Valencia es una de ellas. Le han sobrado 3 millones de euros. ¿En qué los invertirá? En algo útil para los valencianos, supongo. Si no, no sé a qué resultados nos referimos. También suponemos que con un déficit 0 se ha hecho una buena gestión en Valencia de los dineros públicos y que no se han confundido las prioridades. Echemos un rápido vistazo a esos resultados del déficit 0 en Valencia. Ahora mismo, sobre la Empresa Municipal de Transportes pende un ERE que amenaza con despedir a 208 empleados si no aceptan una rebaja de salario del 10%. En Sanidad se van a recortar 1.057 millones de euros todos los años y se van a transferir al sector privado algunas coberturas e intervenciones, como las operaciones de cataratas. Se han recortado 600 millones de euros en investigación contra el cáncer, hay 30.000 dependientes que aunque tienen reconocido el grado de dependencia aún no reciben ningún tipo de ayuda. Los recortes en Educación y el aumento de alumnos por clase van a dejar en la calle a 8.000 profesores interinos. Según la Plataforma por la Enseñanza Pública de Valencia hay 17 distritos de la capital que necesitan 30 centros escolares, y hay unos 18.000 alumnos que aún tienen que dar clase en barracones prefabricados. Pero esto no es suficiente para Juan Eloy Durá, presidente de la patronal de la construcción de Valencia que en abril de este año decía que había que seguir recortando en Sanidad, Educación y otros servicios sociales porque representaban el 80% del gasto público, y, claro, había que cumplir con el objetivo del déficit. Pero este señor tan entendido no se ha acordado de la Fórmula 1 y de lo que le sigue costando cada año, ni del aeropuerto peatonal de Castellón, ni de…dejémoslo. Creo que la cosa está ya clara para los que quieren oír y entender.

La economía de derechas quiere que el Estado deje de prestar servicios para dejar áreas de negocio a la iniciativa privada. Y la crisis actual es la ocasión perfecta para conseguir lo que siempre han querido. La educación en Madrid es el ejemplo más claro de esto. Siendo una de las Comunidades más ricas de España es la que menos invierte en Educación en relación a su PIB. En 2002 invertía un 1,87%, mientras que en Extremadura se superaba el 5%, en Castilla La-Mancha el 4% y en Andalucía el 3%. En 2009 Andalucía ya se esforzaba un 5,5%, Castilla La-Mancha un 5, 62, Extremadura un 6%, y…¿Madrid?; un 2,8%. ¿Por qué tan poco? Voy a dejar que lo explique Lucía Figar, Consejera de Educación de Madrid. El contexto, una conferencia pronunciada en agosto de 2010 en el encuentro anual del grupo ultra católico Comunión y Liberación. Dice la Consejera: “Hemos elegido mejorar el panorama de la educación en centros de gestión privada con fondos públicos, ampliar la oferta de plazas en las estructuras de este tipo dentro de la Comunidad de Madrid. […] hemos ofrecido estos lugares gratuitamente a organizaciones religiosas, cooperativas y otras estructuras para que crearan centros sostenidos con fondos públicos pero con gestión privada. Esto indica que en los últimos 6 años hemos abierto 79 centros nuevos de este tipo en la Comunidad de Madrid y hoy en día la proporción entre escuela pública, concertada y privada es esta: la escuela pública representa el 52% en nuestra región, la Comunidad de Madrid, la escuela concertada el 33% y la escuela al 100% completamente privada cerca del 15%”.


Esta es la gran paradoja de nuestros días: están al cuidado de los Servicios Públicos quienes menos creen en ellos. Gusta el PP de utilizar la metáfora del enfermo para convencernos de que debemos tragarnos su medicina sin rechistar. Es una medicina fuerte, amarga, dicen, pero si sobrevivimos, mejoraremos. Si la medicina no nos mata, nos curaremos. A mí esto me trae a la memoria uno de los Caprichos de Goya en el que aparece un asno tomando el pulso a un enfermo. Goya, con todo su sarcasmo, se pregunta al pie de la lámina, ¿De qué mal morirá? Pues eso.   

3 comentarios:

  1. El problema no esta en el déficit 0, si no en el capitalismo especulativo "mercados" que juega con la deuda de los estados.

    A mi parecer, el capitalismo productivo/mercantil, en el que la banca juega el papel de financiar la producción, stocks, a través de prestamos y créditos, el estado recauda con impuestos a trabajadores y empresas y con estos recursos financia el estado del bienestar e infraestructuras, es el camino correcto.

    A finales de siglo XIX, principio del XX se crean los oligopolios y corporaciones, que amasan una cantidad ingente de dinero que no fue invertido en la actividad productiva, con esta gran bolsa de capital ocioso, la banca ve la oportunidad de especular y nace el capitalismo financiero, con lo que consiguen rápidamente pingues beneficios para ellos y los poseedores de los capitales y ahí esta el problema, hay mucho dinero no productivo y se empieza a mover atravesando fronteras, se abandona el patrón oro y se empieza a especular con las monedas y la deuda de los estados, sin tener en cuenta ningún otro criterio que la pura especulación. Esto junto a la desrregulación promovida por los liberales, nos atraído a esta situación.

    Así que el déficit 0 no seria un problema si no fuera por los mal llamados mercados

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    1. Lo raro, es que lo que nos parece evidente a unos, no lo vean otros. Efectivamente el déficit, no es el problema, dentro claro de unos límites. Muchos economistas Keynesianos defienden que es perfectamente asumible el crecimiento con un déficit del 3% y una deuda acumulada del 60% del PIB. Pero para que esto se haga sostenible, es evidente que hay que domar al capitalismo financiero y no ceder a su chantaje ni a sus avaricia de "todo el dinero aquí y ahora". Y aceptar que si se apuesta, se puede perder. El Estado debe negarse a compensar sus pérdidas. Pero...en Europa ahora desgobierna la derecha, que es como decir que gobiernan los "mercados".

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  2. ACTUALIZACIÓN:

    Ya se veía venir. La política económica de la derecha en Valencia está dando sus resultados. Se adelgaza el Sector Público para engordar el sector privado. Última noticia en el sector de la Educación.

    "El déficit crónico de plazas públicas en una decena de barrios en expansión de Valencia ha disparado el éxodo de matrícula hacia los centros concertados, según revelan los datos del alumnado matriculado en el curso 2010-2011. De los 126.871 estudiantes matriculados en la capital, 69.712 estudian en centros privados concertados". NEUS CABALLER Valencia 26 AGO 2012 (EL PAÍS)

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