Ahora que nos sube la luz, esperemos
que nos suba también la inteligencia, porque cuando entre en vigor la LOMCE la
vamos a necesitar, y porque este gobierno, que nos quiere también a oscuras, lleva
meses intentando convencernos de que no vivimos en este mundo, mejor aún, que
no vivamos en este mundo y que tengamos fe en el que viene, que para eso Gallardón legisla con la cruz en la
frente y Montoro nos dice que hay
luz al final del túnel, pero lo que tenemos es subida de luz a principios de
año, y el dichoso túnel más bien parece un agujero de gusano, porque sin
acertar a encontrar la cabeza vamos de trasero a tiempos que ya creíamos
superados. Por eso empezamos el año con esta crónica de la España que se nos va y de la que se nos viene encima,
al estilo de las crónicas jocoserias del decimonono siglo, porque no hay otra
forma de señalar a los necios más que enfrentando sus necedades con la realidad
del resto de la gente que aún vivimos en un mundo cargado de necesidades.
Aunque parezca mentira, en plena
crisis, o quizá precisamente a causa de la crisis, que sus caminos son
insondables, España es el octavo país que registra un mayor aumento del número
de ricos de todo el mundo, concretamente ha aumentado un 13% entre mediados del
2012 y mediados de 2013. Ya tenemos más de medio millón de personas con un
patrimonio superior a los 740.000 euros. ¿No es para estar contentos? Sin duda
“España va bien”, y eso se refleja en
la Bolsa y en los beneficios de los bancos. Con respecto a 2012, sus beneficios
han subido una media del 79,3%, los que más han ganado son el BBVA, el
Santander, Caixa Bank y el Sabadell. Por eso tenemos otro dato muy positivo
para España: somos el quinto país de Europa con mayor número de banqueros
millonarios (más de 100 banqueros cobran más de un millón de euros al año),
pero somos el segundo país donde los banqueros más cobraron de media (2,16
millones de euros al año). Entre los mejor remunerados están los directivos y
consejeros del BBVA y del Santander. Francisco
González, presidente del BBVA, cobró en 2012 5,13 millones de euros, y Emilio Botín 4,5 millones. Claro que,
esto es sólo el sueldo, porque al final de cada año toca hacer cuentas y
repartir dividendos. Unos lo cobran en especie, en acciones de la entidad, pero
otros prefieren el dinero contante y sonante, como don Botín, que en 2012 cobró
12 millones de euros de los dividendos, que si el nombre hace a la
personalidad, éste va más que sobrado. ¡Esto es hacer dinero!, ¡sí señor! Por
eso hay que atender bien a sus consejos, porque todos ellos han visto la luz y
el túnel ni lo huelen. Francisco
González augura un 3% de crecimiento para 2014, pero, eso sí, con más
reformas. Un informe de la institución que preside asegura que con “una disminución del salario real del 7%
aumentaría el empleo hasta un 20% y el PIB un 11,6%”. Así, sin más, datos
que, como el dinero, les debe caer del cielo. “La flexibilidad salarial”, repite el informe como un mantra
monótono, “es la estrategia con efectos
más rápidos para salir de la crisis”. Otro documento, esta vez del Consejo
Empresarial para la Competitividad (donde están, cosa curiosa, el BBVA, el
Santander, La Caixa, Inditex o Telefónica entre otros), vende a los
trabajadores españoles, literalmente, como lo mejor de España, pero entiéndase,
no por su calidad, sino por su explotabilidad. Dicen que la fuerza laboral en
España será un 20% más barata que en Alemania, Francia o Italia, con lo que los
beneficios por cada trabajador de la empresa van a aumentar en los próximos dos
años un 6,7%. Así que, nada, “pasen y compren” vino a decir Rajoy en Japón, que para eso hemos
hecho los deberes que nos han impuesto, y vendemos un producto barato, barato:
“Tras las reformas recientemente
acordadas los costes laborales unitarios en España se comportan mejor que
muchos países de la U.E”. Y vaya si es barato. Lo confirman el INE y el
Instituto de Economía Alemana, que hace poco estudió los costes laborales
industriales en 22 países, y resulta que España está en el puesto 18, sólo por
encima de Corea, Grecia, Eslovenia y Chipre.
Así que Emilio Botín, ebrio de entusiasmo, llegó a exclamar: ”¡Vivimos un momento fantástico!, ¡llega
dinero de todas partes! España está en un momento muy bueno, hay que
aprovecharlo”. Y lo están aprovechando, pero bien, porque a pesar de todo
lo dicho todavía hay quien piensa que no es suficiente. Entre ellos el FMI, que
no para de reclamar subida de impuestos y bajada de salarios, y lo dice su
presidenta, Christine Lagarde, una
señora que no paga impuestos y que cobra 380.939 euros al año. Y lo dice, cómo
no, la CEOE. En un informe que titula “Reformas
necesarias para salir de la crisis”, afirma que “la reforma laboral debía haber sido más ambiciosa, en relación con el
tiempo de trabajo, la movilidad funcional y el salario variable”. Además
defienden la “posibilidad de imponer a
los trabajadores el paso de un contrato de tiempo completo a otro a tiempo
parcial cuando existan causas económicas, técnicas, organizativas o de
producción”…Vamos, cuando al patrón le salga del, con perdón, porque para
la Virgen de Fátima los deseos de los empresarios son órdenes. Y
esto lo defiende una organización que se niega a hacer públicos los sueldos de
sus cuadros directivos, aunque al hideputa del Rosell, que cada vez que habla nos da a elegir entre la esclavitud
y la explotación, se le escapó hace poco que José María Lacasa, Secretario General de la CEOE, cobra 250.000
euros mensuales. Y así, con esa cara, dijo en noviembre de 2013: “Me encantaría que los sueldos creciesen en
2015, pero todavía no estamos en esa posición”.
Y ahora llegan los magos de las
cuentas públicas y de las palabras, y lo mezclan y remezclan todo para
contarnos cuentos, porque el lenguaje de nuestro mundo no les vale a los magos
de la luz sacan de su chistera verdaderos engendros con el único propósito de
camuflar la realidad y de confundirnos.
Pero estos magos no han caído en la cuenta de que su palabrería no sólo no
quita el hambre sino que alimenta la indignación. Todos los miembros del
gobierno han sacado algo de la chistera, pero sin duda Montoro y De Guindos son
los más iluminados. Montoro suelta
eso de que “los sueldos no bajan en
España, crecen moderadamente”, y si nos ve cara de incredulidad, se nos
pone chulo y añade: “es que no es lo
mismo y si quiere se lo explico con una pizarra”. A la subida del IRPF la
llamó “recargo temporal de solidaridad”,
y con la amnistía fiscal a los grandes defraudadores dijo que se trataba de “medidas excepcionales para incentivar la
tributación de rentas no declaradas”; vamos, que se te queda el cuerpo saciado
de tanta retórica. Guindos no le va
a la zaga, con la subida del IVA, primero quiso negarla hablando de “reajustes específicos y concretos de
modificaciones puntuales”, cuando se subió dijo que era sólo un “gravamen adicional”. El último también
es bueno, aunque no es suyo sino del lenguaje del Más Allá de la Unión Europea,
porque, al fin y al cabo, esos Activos Fiscales Diferidos, los 30.000 millones
reconocidos por el gobierno a la Banca, son impuestos que tenían que haber
pagado pero que no van a pagar, y que pueden contar como capital propio para
salir bien en la foto que la troika les va a hacer dentro de poco.
Hasta la Virgen de Fátima se ha sacado de vez en cuando una mentira piadosa,
como cuando decía que su reforma laboral había “moderado la destrucción de empleo”. Pero desde que se aprobó la
reforma laboral en febrero de 2012, la tasa de paro ha aumentado un 13,2% y el
número de ocupados se ha reducido en unas 850.000 personas. El despido por
causas “objetivas” con una indemnización de sólo 20 días por año trabajado ha
aumentado un 49%, los ERE han subido un 66%, la contratación ha caído un 3,6% y
los sueldos cayeron un 0,8% en 2012 y un 0,6% entre abril y junio de 2013.
Según un informe de la Caixa, la caída desde 2010 ha sido del 7,1%.
Como se ve (o no) hay un mundo a
oscuras, donde la luz no llega, sube, pero no llega, y mientras a unos les
llueven oros, a otros sólo le caen bastos. Y por si fueran pocos, ahora el
ministro del Interior, Jorge Fernández,
nos va a cantar las cuarenta, que por no querer mirar la luz vamos a ver las
estrellas. Y se ha sacado de la manga una ley, dice, de seguridad ciudadana,
porque quiere a la mayoría silenciosa y callada, y más apaleada que ciudadana,
que ni el derecho al pataleo van a dejar quieto. Y si antes la crónica sólo
podía contar lo anterior a lo joco, ahora toca hablar de lo serio, sin
palabrería y sin magia que nos oculte la miseria, porque rebosa y se extiende.
Y como las desgracias nunca vienen solas, las ponemos aquí todas juntas, una tras
otra, pues cada de una ellas debería contar ya bastante.
Los ingresos medios de los hogares
españoles han disminuido un 3,5% con respecto a 2010. El 40,9% de los hogares
no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. La población en riesgo de
pobreza (ingresos en torno a los 7.300 euros por persona y año) está en el
21,6%, pero la pobreza severa (ingresos de menos de 307 euros al mes) alcanza
ya a 3 millones de personas, el 6,4% de la población. Hasta julio de 2013, más
de 3 millones de desempleados, el 51,9%, no recibía ningún tipo de prestación o
subsidio, por lo que el número de personas que se acogen a la Renta Mínima de
Inserción (un ingreso medio de 532 euros) ha aumentado un 55,9%. Si en 2008 la
percibían 196.436 personas, en 2011 eran 547.663, aunque son muchos más las
personas que las solicitan sin conseguirla. De hecho en 636.000 hogares (el
3,6% de la población) no entra ningún tipo de ingreso. La pobreza infantil en
España se ha situado en el 26,7% (Unicef); unos 3 de cada 10 niños y niñas
(2.226.000) viven en España por debajo del umbral de la pobreza (Save the
children). En 1,7 millones de hogares, es decir, el 10% del total que afectaría
a unos 4 millones de personas, no puede asumir el coste de la energía necesaria
para asegurar unas condiciones de habitabilidad aceptables. Las dificultades
para pagar la electricidad o el gas están detrás de entre 2.300 y 9.000 muertes
prematuras al año. Según el gobierno, en 2012 hubo 75.375 ejecuciones
hipotecarias, un aumento de 72% con respecto a los datos de 2008, según
encuestas de la PAH, cerca del 75% de estos desahucios afectan a la vivienda
habitual…y la crisis aún no ha terminado.
Y así se nos viene encima otro año
de crisis, pero no es un año cualquiera este 2014, pues, por si no teníamos
suficiente con las cuentas de este mundo y los cuentos del Más Allá, 2014 viene
cargado de historia. Una historia con malos y buenos, los unos de acá y los
otros de allá. Y estos la luz sí la ven, aunque del túnel no quieren oír
hablar, que sólo les hace falta fe para ir con Mas allá y que les saque de él.